lunes, 13 de mayo de 2013

LA LONGITUD
          Este artículo es una traducción de una parte del libro CANARICOLTURA de Umberto Zingoni. En él se puede apreciar la enorme complejidad de seleccionar animales con caracteres genéticos cuantitativos, que son los que afectan a casi todas las características de nuestros canarios.
       La longitud de cualquier ave se mide desde la punta del pico a la punta de la cola cuando el cuerpo, cuello y cola están en línea recta. 
       En el canario la longitud real es la suma de la longitud del esqueleto y de la cola. La longitud del esqueleto depende del espesor de las vértebras. La longitud de la cola depende de la intensidad y de la duración de la actividad de los folículos de las plumas timoneras.  Después de la primera muda la longitud de un canario puede aumentar más de un centímetro porque la cola se haya incrementado en tal valor.
       Hemos dicho la longitud real porque existe una longitud aparente que depende de 3 factores: mayor o menor extensión del cuello, posición y cantidad de plumaje (un ejemplar estrecho con pobreza de plumaje parece más largo).
       La longitud del canario es un carácter genético puramente cuantitativo y cuyo estudio presenta mucho interés. (Un carácter genético cuantitativo, es aquel en el que intervienen varios genes y cuyo resultado final depende de la interacción de todos esos genes entre sí y con el ambiente. Un carácter genético cuantitativo solo puede ser evaluado estadísticamente con un número grande de ejemplares relacionados entre sí).
       Todos los criadores de las razas en las que la longitud es una característica importante saben que del cruce de dos animales de pequeña longitud nacen muchas veces ejemplares más grandes que los padres y que de ejemplares de máxima longitud nacen algunos ejemplares más pequeños que los progenitores.
       Vamos a analizar un ejemplo sencillo. Supongamos que cruzamos dos Lancashire, uno de 24 cm de largo y otro de 20 cm. Supongamos que ambos son homocigotos para todos los factores que inciden en la longitud y que de estos factores ninguno es dominante. Para hacer más claro el ejemplo vamos a considerar que la longitud solo depende de dos pares de genes Aa y Bb. Supongamos que A y B inciden de igual manera sobre la longitud, por ejemplo hacen que aumente 1 cm por encima de los 20cm, y supongamos que a y b no influyen nada en el aumento de la longitud por encima de 20 cm
       Veamos el resultado del cruce de ambos ejemplares:
AABB (24 cm) X aabb (20 cm)
todos los hijos son AaBb (22 cm) pues tienen un cm sobre 20 porque tiene A y otro porque tiene B
Cruzando dos hijos entre sí el resultado será:
AaBb X AaBb
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
AABB
24
AaBB
23
aABB
23
aaBB
22
AABb
23
AaBb
22
aABb
22
aaBb
21
AAbB
23
AabB
22
aAbB
21
aabB
21
AAbb
22
Aabb
21
aAbb
21
aabb
20

        Alguien podrá decir, que según este ejemplo, si cruzamos dos canarios de 24 cm de longitud (AABB) todos los hijos y descendientes cruzados entre sí tendrán la misma longitud. Eso es lo que debía ocurrir en teoría, porque AABB es una suposición hipotética y no vale para representar la realidad, solo vale para ayudar a comprenderla.
       También podemos hacer otras consideraciones:
       1 – Los ejemplares de máxima longitud (AABB) solo transmiten caracteres positivos.
       2- Los ejemplares de mínima longitud (aabb) solo transmiten caracteres negativos.
       3 – Todos los demás ejemplares pueden transmitir  mayor cantidad de caracteres positivos (AB) cuanto mayor sea la longitud del ejemplar.  
       El aficionado puede hacer por su cuenta las diferentes combinaciones posibles partiendo de otros genotipos y constatar fácilmente que aumentando la incidencia de los factores positivos va desapareciendo la longitud más corta. Por lo tanto en el cruce de AABb x AaBb desparece la longitud de 20 cm; en los hijos de AABB x AaBb desaparece la de 21 cm  etc. mientras que vamos aumentando paralelamente el porcentaje de ejemplares de mayor longitud.
       Proceder de esta manera significa seleccionar.
       Habíamos dicho que los ejemplos anteriores quieren ser sobre todo hipótesis interpretativas; por lo que se pueden hacer tantas objeciones como suposiciones que las sostengan. Pero hay una objeción que se debe considerar y que no veo razón para excluir, y es la de considerar que alguno de los caracteres que influyen en la longitud (nosotros solo habíamos supuesto dos pero son muchos más) actúen según la ley mendeliana de la dominancia. No hay que olvidar que un carácter dominante puede ser positivo, pero también puede ser negativo.
       Si la dominancia es de carácter positivo (largo), o de carácter negativo (corto) tendremos los dos casos siguientes:
      En el supuesto de que los caracteres positivos A y B sean dominantes los resultados serían
AaBb (24 cm) X AaBb (24 cm)
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
AABB
24
AaBB
24
aABB
24
aaBB
22
AABb
24
AaBb
24
aABb
24
aaBb
22
AAbB
24
AabB
24
aAbB
24
aabB
22
AAbb
22
Aabb
22
aAbb
22
aabb
20

         En el supuesto de que los caracteres negativos a y b sean dominantes los resultados serían:  
AaBb (20 cm) X AaBb (20 cm)
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
AABB
24
AaBB
22
aABB
22
aaBB
22
AABb
22
AaBb
20
aABb
20
aaBb
20
AAbB
22
AabB
20
aAbB
20
aabB
20
AAbb
22
Aabb
20
aAbb
20
aabb
20

Estos varios ejemplos son muy significativos porque están más próximos a la realidad y son más idóneos para explicar por qué de dos ejemplares de máxima longitud pueden nacer hijos más pequeños que sus progenitores, y viceversa en el caso de una pareja de poca longitud. Podemos anticipar que el desconocimiento de lo que ocurre realmente en cada caso es total, y ello es debido a que estamos en presencia de poligenes con dominancia.
La Genética nos dice que en los casos de herencia cuantitativa de este tipo no es posible individualizar los factores que tienen dominancia, como tampoco es posible saber el número de genes que están implicados, pero lo que importa es saber que el fenómeno se lleva a cabo según las reglas de transmisión genética que hemos descrito.
En la práctica podemos decir que un canario tiene la máxima longitud cuando han concurrido sobre él la mayor parte (o la totalidad) de los factores genéticos cuantitativos positivos que la controlan, con dominancia o sin ella, y cuando por otro lado han concurrido la máxima parte de los factores ambientales favorables: alimentación, estado de salud, muda bien hecha, etc.
Cruzando entre sí dos ejemplares de tales características, se tienen muchas probabilidades que obtener hijos de una longitud similar, pero también saldrá un cierto número de hijos de longitud inadecuada; lo cual es la norma para todas las razas que tienen caracteres muy lejanos de los de la especie salvaje originaria.
Si un carácter positivo para la longitud es recesivo, no produce efecto sobre el ejemplar heterocigótico que lo porta y por ello, el ejemplar no tendrá una longitud mayor. Pero si este ejemplar se cruza con otro que se encuentra en la misma condición genética, se tendrá la grata sorpresa  de ver nacer hijos más grandes que los progenitores. Aunque para el observador experto la sorpresa es ciertamente grata, pero no imprevista, porque sabe que los progenitores provienen de una estirpe largamente seleccionada que está llena de alelos recesivos positivos, los cuales, antes o después, en homocigosis, darán los hijos esperados. Esto explica por qué tales criadores tienen cada año más ejemplares de máxima longitud.
Cuando un carácter es cuantitativo, la selección atenta y continua en consanguinidad más o menos estrecha es el único medio para trasmitirlo a las sucesivas generaciones.

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