miércoles, 11 de diciembre de 2013


TALAVERA 2013
 
He visitado la exposición de canaricultura de Talavera de la Reina y su visita me ha producido tristeza. Hace 50 años asistí a un encuentro entre aficionados pertenecientes al entonces Sindicato de Ganadería y a la FOE, en un intento de tener una anilla única para poder participar en los concursos de una u otra sociedad.  Recuerdo que uno de los asistentes decía que los pajaritos no tienen la culpa de las diferencias entre los directivos de ambas sociedades. También recuerdo que uno  de los directivos de la FOE me dijo que yo vería como todo se unificaba. Yo tenía entonces 17 ó 18 años, ahora tengo 67 y tal como parece que van las cosas no creo que lo vea.  Nunca podré entender estas peleas que lo único que hacen es daño a la afición. Veo con pena como el número de canarios de postura disminuye en bastantes variedades y eso es algo de lo que se alegran ciertas personas, y es lamentable que siempre haya alguien que se alegre de que el otro vaya a menos. Me resisto a creer que esto es algo consustancial a la especie humana. Ojalá que haya alguien lleno de coraje y decisión que se anime a intentar corregir esto, para que aunque haya varias federaciones, todas ellas sean capaces de aunar esfuerzos para que la canaricultura española sea de mejor calidad.
Y una vez dicho esto paso a comentar mis impresiones sobre las razas de postura que he visto en esta exposición.
Los canarios Rizados “Normales” (excluidos los Rizados de Posición) estaban desigualmente representados. De razas pesadas: Frisé Parisien, A.G.I, y Paduano, había pocos ejemplares, pero la calidad, en general,  era bastante buena.

 En estas razas, así como en los Rizados del Norte, las aletas y los rizos del pecho estaban bien desarrollados. Los rizos que más fallaban eran los de la espalda, sobre todo por falta de simetría y desarrollo irregular.
 
Las plumas de gallo escaseaban en las razas que las debían mostrar. Los rizos secundarios de cabeza y cuello, en las razas que los deben presentar, estaban bien presentes y de una calidad bastante aceptable.
En conjunto, los Fiorinos me parecieron los que mejor calidad tenían. La talla buena y los rizos muy bien delimitados y marcados. Las moñas estaban levantadas en la parte trasera y los sin moña presentaban escasez de cejas pero eso es algo muy frecuente hasta en los mejores criaderos. 

Me dí cuenta que en bastantes de estas razas rizadas no había ningún canario por encima de 90 puntos. Puede ser que ningún canario los mereciera, pero también puede ocurrir que el juez considere que no se deben sobrepasar los 90 puntos a no ser en casos excepcionales (campeonatos del mundo). Personalmente no estoy de acuerdo con esa norma pero ahora no toca hablar de eso.
Los canarios rizados de posición (Rizado del Sur, Giboso, Gibber,…) me parecieron más numerosos en conjunto y de mayor calidad global. La posición era muy buena en todos. Se notaba que todos eran rizados, pero en algunas razas fallaba alguna que otra aleta o la espalda, pero todo dentro de unos límites que se pueden considerar normales. Las partes desnudas se notaban claramente y los comentarios de los no aficionados eran muy jocosos, algo que suele ser habitual.  


Los canarios de Posición - Scotch, Hosso y Bossu -  estaban bien representados en las dos primeras razas, no así en los Bossu que eran muy pocos (6) pero de calidad.     



 Los Scotch me parecieron grandes, finos y persistentes en la posición, lo que es una cualidad muy estimable. Los Hosso bien en talla y en la forma del cuerpo pero no se ponían tanto en posición como los Scotch. Me llamaron la atención unos Hosso de gran calidad tanto por la forma como por la posición que adoptaban.
La Raza Española estaba muy bien representada en número y calidad. Abundaban los canarios pequeños y de cola corta. Había varios que tenían las cabezas demasiado redondas. Las patas, en general, cortas, con lo que casi decimos adiós a aquellos canarios patilargos que abundaron hace años. En lo que más tienen que seguir trabajando los criadores es en la forma del cuerpo. Hay muchos canarios que son demasiado anchos de hombros cuando se les mira desde arriba. El pecho también hay que mejorarlo, suele ser un poco prominente, lo que también suele ir unido a un cuello corto y grueso, aunque posiblemente solo sea efecto visual del pecho prominente.
Los Llarguet me han gustado mucho. Eran pájaros, como su nombre indica, largos y finos, muy finos. Así de finos debían ser la Raza Española. La lástima es que eran pocos. Esta es una de las razas que más va mejorando, y cada vez se ven mejores canarios en las exposiciones. 


En los Gloster también se ve una tendencia a conseguir unos canarios más redondos, más anchos y aparentemente más cortos, con cabezas no tan 
grandes como antaño en que parecían pequeños Norwich y con buenas cejas en los Consort. 
 Las moñas cada vez son mejores: circulares, de buen tamaño y regulares; moñas levantadas, irregulares, etc. ya, afortunadamente, no se ven.
He mirado los Lizard con mucha atención. Me han parecido en conjunto muy buenos, con marcas muy señaladas en el pecho. El tamaño era un poco variable; quizá tendiendo a grandes. 

 
 

Había pocos pájaros con coronas completas pero las que había eran bastante buenas. Ya hay aficionados que trabajan las cejas en sus pájaros, aspecto éste que hasta no hace mucho tiempo estaba muy abandonado.  

                    
                   
 
Hay varios tipos de marcas en el pecho. Todavía hay canarios que podríamos llamar clásicos en los que las manchas pectorales están en los flancos y en la parte alta del pecho y faltan  en el centro o son muy poco perceptibles. Luego hay los que tienen todo el pecho lleno de amplias marcas, que en ocasiones son casi rayas y en otras son marcas muy grandes  y con tendencia a ser rectangulares. Y finalmente ya se ven canarios con todo el pecho lleno de marcas pero éstas son de tamaño pequeño, nítidas y bien separadas unas de otras. Son las marcas que aparecen en los antiguos grabados del siglo XIX. Me parece un paso adelante fundamental, son canarios con los que ni se soñaba hace 20 ó 30 años.
He encontrado un pero en estos Lizards con magníficas marcas. El pero es el color de fondo. No hay buen color de fondo, ni en los pocos intensos que había. Son canarios demasiado agrisados, en los que a pesar de este fallo, las marcas se notan muy bien porque tienen mucha melanina oscura.
Fifes había bastantes y muchos menos Border, pero ésta es una raza que no acaba de cuajar en España. Hay muy buenos ejemplares, pero no hay cantidad.  
 
En las dos razas se ven ejemplares con buenas curvas en pecho y espalda. La talla en los Fifes muy buena. Donde más se resentían ambas razas era en el cuello y en la posición, pues no está bastante erguido el pájaro, o si lo está es durante un tiempo muy breve.
 
 Los York estaban faltos de volumen en el bloque cabeza – cuello – pecho y esta es una característica fundamental en el estándar actual de la raza. La posición también deja algo que desear, es lo mismo que lo dicho para el Border. 
Crest no había muchos, pero este ejemplar me llamó la atención por su gran calidad. El plumaje es abundante, como debe ser, pero está muy bien ordenado. Las plumas de gallo muy evidentes; las cejas también. La forma del cuerpo es la correcta. Un gran canario.
Y muy cerca vi un Norwich que también me llamó la atención por la extraordinaria calidad de la cabeza y el cuello. El cuerpo estaba bien, pero cuando le vi no tenía una redondez en el pecho perfecta. 
 

La cabeza vista de perfil es de una redondez excepcional
 
Vista desde arriba también es de una amplitud y redondez que no es muy frecuente ver. El pico pequeñísimo, como debe ser. 
El cuello totalmente inexistente, como dice el estándar que debe ser.
Y hasta aquí algunas de mis impresiones de esta exposición.

jueves, 7 de noviembre de 2013

 
 

 
LOS QUISTES – 2ª parte - TRATAMIENTO.

La parte del Tratamiento de los quistes es continuación del anterior artículo, que es una traducción del libro  de Giorgio de Baseggio
        Si los quistes tienen como origen un desarreglo hormonal  he aconsejado el siguiente tratamiento a una decena de criadores de canarios de raza inglesa, con quistes en sus pájaros, y en los que casi el 90% de los quistes desaparecieron dejando a la vista la piel con plumas de tonalidad más clara. 
 
            DOSIS: Se utiliza un extracto de tiroides (que contiene la hormona tiroxina) en polvo.  Dosis: 1,5 miligramos de polvo de extracto tiroideo por cada 20 gramos de peso del pájaro al día. Hay que tener la debida proporción en base al número de ejemplares a tratar. Todos los canarios a tratar se deben meter cada uno en una jaula individual, dado que si se ponen juntos, siempre hay canarios que comen de más o de menos que los otros, con el consecuente error en la dosificación.
            A cada canario se le pondrá cada día  la cantidad indicada  de extracto tiroideo, mezclada con una cantidad de pasta que el canario consuma diariamente en su totalidad.
            DURACIÓN DEL TRATAMIENTO: Una semana de tratamiento. 3 días de reposo. Otros 4 – 6 días de tratamiento. Otros 3 días de reposo.  Seguimos así hasta que comience la muda de plumas y se reduzca el tamaño de los quistes (en el mejor de los supuestos los quistes se secan y desaparecen. Entonces el tratamiento se interrumpe. Durante el tratamiento suministrar solo agua y semillas (cuando se haya comido la pasta con la medicación, ponerle las semillas).
 Se puede alternar el tratamiento por días: dos días seguidos de tratamiento con la medicación en la pasta y el tercer día alimentación normal sin medicación.
El tratamiento se puede hacer con extracto de tiroides en forma líquida. La dosis del producto en polvo es de 1’5 miligramos por cada 20 gramos de peso en vivo. 1 mililitro equivale a 1 gramo de agua. Hay que hacer la debida proporción  para obtener la cantidad de medicamento líquido diario. Por término medio un canario de 20 gramos consume entre 3 y 6 centímetros cúbicos de agua al día, dependiendo de la temperatura ambiental y el tipo de alimentación.
No se debe exceder la dosis prescrita.
Es lógico que al pájaro al que el tratamiento con extracto tiroideo ha hecho desaparecer los quistes, no se utilice como reproductor, ya que el tratamiento no excluye que los quistes aparezcan en otra parte del cuerpo, una vez que la tiroxina  suministrada desaparezca del organismo con el paso del tiempo. 

ERRADICACIÓN.
Lo importante para un criador no es quitar los quistes a un canario o a varios, lo importante es conseguir que no salgan quistes en sus pájaros. Mi experiencia en erradicar los quistes se reduce al Gloster, Norwich y Crest. El problema depende de lo extendidos que estén los quistes en nuestros pájaros y en el número de ejemplares que tenemos y podemos tener. Hay ocasiones en que la única solución es deshacernos de todos los pájaros y empezar de nuevo.
El principio básico y fundamental para erradicar los quistes es no utilizar como reproductor ningún canario que los tenga.  La receta es muy fácil a priori, pero ¿qué hacer cuando todos o casi todos nuestros ejemplares tienen quistes?
Pues no hay más remedio que hacer lo que hicieron los criadores ingleses cuando no había prácticamente ningún criador que se viese libre de  ellos: recurrir a razas de canarios que genéticamente son resistentes a los mismos.
Las razas rizadas son resistentes pero son unos canarios demasiado alejados de los canarios de postura de los que estamos hablando y el trabajo sería muy largo. Hay una raza de postura en la que no se dan los quistes, y ello debido a que siempre se seleccionó para que el plumaje fuese de excepcional calidad. Me estoy refiriendo a la raza Border y a su derivado el Fife.
Los Border o Fife a utilizar deben ser canarios mediocres para el estándar de su raza, ya que se deben aproximar lo más posible a la raza con la que vamos a cruzarlos. Para trabajar con Norwich o Gloster se deben escoger Border o Fifes que tengan la espalda lo menos curvada posible y el cuello también lo menos señalado posible. Si encontramos ejemplares con esas características y con la cabeza relativamente grande, mejor todavía.  Lógicamente no deben tener defectos en el plumaje, es más, deben tener dentro de lo posible un plumaje realmente bueno.
 
Border con poco cuello y espalda relativamente recta. Adecuado para cruzar con Norwich. 



Fifes con espalda bastante recta y buena curvatura de pecho, además de patas cortas y cabeza redonda, con un poquito de cuello, pero muy adecuados para cruzarlos con un Gloster.
Estos canarios se deben cruzar con los mejores que tengamos para que las características raciales aparezcan lo más pronto posible en los cruces realizados; y también que tengan los menos quistes posibles pues es lo que queremos erradicar.
Se observará a todos los hijos de esos cruces, y si alguno presenta quistes después de la muda será desechado. Ha habido criadores que han arrancado plumas a estos pájaros con el fin de observar si aparecen los temidos quistes. Si con esta prueba no aparecen es casi seguro que estos híbridos están inmunizados genéticamente contra los quistes.
El proceso a seguir es largo, puede durar entre 5 ó 6 años,  pues hay que ir trabajando con esos híbridos y cruzarlos con nuestros canarios más característicos para ir consiguiendo a la vez pájaros con las adecuadas características raciales y libres de quistes. Todos los canarios en los que aparezcan quistes deben ser totalmente eliminados como reproductores, así como sus padres.

Estas hibridaciones también pueden servirnos para introducir el plumaje intenso en nuestro criadero, así como pájaros de color verde, o bruno, que son factores beneficiosos para el plumaje.

 

martes, 1 de octubre de 2013

LOS QUISTES DE LAS PLUMAS O LUMPS

            Este artículo es una traducción de ciertos apartados del libro de Giorgio de Baseggio CANARINI: CINQUE MAGNIFICHE RAZZE INGLESI. Para expertos y aficionados en este libro es donde mejor se trata todo el problema de los quistes.
        La formación de los quistes de las plumas, científicamente llamados HIPOPTERONOSIS CISTICA, es un antiguo problema que se presenta en la cría de determinadas razas en las que se crían pájaros con plumaje largo, blando y suave. Se sospecha el carácter hereditario de la formación de dichos quistes por los siguientes hechos: los lumps (término inglés de los quistes de las plumas) aparecen también en ejemplares de plumaje intenso y corto, después de algunas generaciones en las que los quistes no habían aparecido  en ningún canario del criadero. En determinadas razas, como los Rizados, donde se repite el emparejamiento de Nevado X Nevado, y donde se selecciona  a los ejemplares que tienen el plumaje más largo y más suave (por ejemplo el Rizado de París), los quistes, que se sepa no aparecen, lo que significa que dicha Raza Rizada están libres de esa tara hereditaria. Si no fuese una tara hereditaria y los quistes solo se debieran al acoplamiento de nevado X nevado entre los ejemplares de plumaje más largo y más suave, entonces los canarios de Razas Rizadas  deberían estar llenos de ellos, pero en ninguna aparecen. Si en las razas Gloster, Yorkshire, Lancashire, Crested y Norwich, donde los quistes son muy frecuentes (no obstante en Gran Bretaña los criadores no utilizan como reproductores a los canarios que los tienen), si realizásemos los emparejamientos  que se hacen normalmente con las razas rizadas para obtener ejemplares con el plumaje  muy suave y muy largo, probablemente  dichas razas inglesas se habrían extinguido o casi lo estarían. ¿Qué otra explicación se puede dar a este fenómeno de los quistes sin no el de que es de naturaleza hereditaria?
 
            Ciertos criadores sostienen que hay tres formas en los quistes de las plumas:
a)     Forma hereditaria. El ejemplar ha heredado la predisposición y los quistes aparecen con la primera o sucesivas mudas.
b)    Forma no hereditaria, provocada por una situación de stress. Si la madre arranca las plumas de los jóvenes en el nido, en los folículos de la zona desnuda se forma un quiste de pequeñas dimensiones (como una semilla de mijo o de avena).
c)     Forma no hereditaria en los adultos. Si a un ejemplar adulto se le arranca una pluma de las alas o de la cola, sobre todo en la época de la muda, en la zona arrancada aparece un quiste.
Considero que todas las aves citadas en los tres casos anteriores están hereditariamente predispuestas a desarrollar los quistes.
Herencia patológica. Se habla de este tipo de herencia cuando el carácter patológico pasa de padres a hijos por medio de los genes.
Predisposición hereditaria a la enfermedad. El fenómeno consiste en la trasmisión de la predisposición a adquirir determinada enfermedad bajo la acción de causas más o menos específicas.  No se transmiten los genes de la enfermedad, sino los genes que predisponen a la enfermedad. Un individuo nace aparentemente sano (los jóvenes canarios no manifiestan los quistes en el nido) pero, estando genéticamente predispuestos, por cualquier causa de stress (arranque de las plumas, muda, etc.) externa, manifiestan  los quistes de las plumas.
Considero que en las tres formas de quistes mencionadas anteriormente hay una predisposición hereditaria a la enfermedad. Existen familias de canarios en las cuales se hereda la facilidad para tener quistes.
 
Consecuentemente, el único modo de liberar un criadero de los quistes, es el no utilizar como reproductor ni un solo ejemplar que los tenga, y sobre todo ni sus hijos ni ningún otro pariente. Si en un criadero en el que no se presenta esta enfermedad, queremos introducir un reproductor para mejorar ciertas características, debemos durante cuatro años  observar a todos los hijos del mismo y a sus descendientes más o menos directos. Si uno solo de ellos presenta quistes, todos los canarios descendientes del ejemplar incorporado, así como todos los relacionados con él, deben ser eliminados.
Si las cosas son como he sugerido anteriormente, también se explican las consideraciones de Dodwel (existe una correlación entre los lumps y el factor moña) y de Arnall (la moña se puede considerar como una forma atenuada de un quiste del plumaje); o sea todas las razas inglesas de canarios moñudos  con plumaje liso están más predispuestas que otras razas a manifestar los quistes.
Se puede suponer, en base a la experiencia, que las razas rizadas moñudas son hereditariamente resistentes o inmunes hacia la enfermedad de los quistes.
¿Pero cuanto de inmunes? Para dar respuesta a esta pregunta, y con las ayuda de varios criadores, se cruzaron canarios de raza inglesa  con quistes, con canarios rizados moñudos (Padovano o Fiorino); los mestizos de primera generación se cruzaron solo con rizados y así durante algunos años, sin utilizar ya  nunca ejemplares de plumaje liso; se utilizaron todos los mestizos y sus descendientes, porque algún mestizo pudo no haber heredado los quistes. En diversos años de acoplamiento en consanguinidad  media y estrecha, entre los mestizos y sus descendientes no aparecieron quistes y así obtuvimos la prueba de que las Razas Rizadas son genéticamente resistentes a los quistes de las plumas.
Está claro que un canario recubierto de quistes presenta su metabolismo muy alterado, lo que se manifiesta en la siguiente sintomatología: cese del canto, escasa vivacidad, plumaje estropeado,  escasa fertilidad, debilitamiento general del organismo, disminución del apetito. Cuantos más quistes tiene y más grandes son éstos, más acusados son los síntomas y más abatido está el animal. Un metabolismo tal alterado es causado por un desequilibrio hormonal. ¿De dónde proceden todos estos desequilibrios y alteraciones? ¿Qué los ha provocado? ¿Es posible que unos acoplamientos erráticos (nevado con nevado de plumaje largo  y suave durante varias generaciones) puedan por sí solos provocar la grave sintomatología expuesta? Mi opinión  es que la presión selectiva, acentuada además por la consanguinidad  no siempre correctamente aplicada tal como se ha hecho en los últimos 150 años por los criadores británicos pueden ser no la causa directa, sino la concausa de la aparición de los quistes en el plumaje. Como también son  concausas (o sea, causas que se suman a otras causas para que el fenómeno ocurra) las que contribuyen al desgarro de las plumas después de que aparecen los quistes o las alteraciones orgánicas que ocurren y así sucesivamente. ¿Pero cuál es la causa principal  de la grave alteración y síntomas consecuentes? Yo no encuentro otra respuesta que la de determinados genes desfavorables (o subvitales) cuya negativa acción provoca desequilibrios  hormonales en las glándulas Hipófisis, Sexuales y Tiroides.
 
Esta alteración glandular (¿probable insuficiencia de la cantidad de tiroxina en la sangre?) sería la causa directa de la aparición de los quistes de las plumas. Los quistes solo son un síntoma más de todos los síntomas  que causa la enfermedad (cese del canto, plumaje estropeado, etc.) la cual afecta a todo el organismo. Una confirmación de lo que acabo de decir es el hecho de que tras una larga terapia  con extractos tiroideos se reduce claramente la aparición de los quistes, aunque solo temporalmente ya que el canario lleva en su patrimonio hereditario los genes desfavorables que se hacen sentir por todo el arco de la vida del animal.
El hecho de que ciertos ejemplares presenten pocos y pequeños quistes (los cuales, a veces desaparecen en mudas sucesivas); otros, sin embargo, presentan hasta 12 quistes de grandes dimensiones en determinado momento, además de diversos quistes pequeños y que se agrava con el paso de los años, hace suponer una herencia de tipo cuantitativo y recesivo

domingo, 21 de julio de 2013

LA ALIMENTACIÓN SEGÚN LAS ÉPOCAS

            Una buena alimentación no debe ser igual durante todo el año, debe ir variando según las necesidades de los canarios.

            Período de descanso.     

Es la etapa comprendida entre el final de la muda y el comienzo del periodo de cría. Corresponde a todo el invierno. La cantidad de nutrientes durante este período es inferior al que se requiere durante  el crecimiento o la producción de huevos. Unos elevados niveles de proteínas y minerales (calcio) similares  a los del período de reproducción o de crecimiento pueden ser perjudiciales para los canarios.

En general, una buena mezcla de semillas  para este periodo debe contener: 13% de proteína cruda, 7% de grasa, 7% de cenizas y 7% de fibra.

Estas proporciones se consiguen  con la siguiente mezcla de semillas: 70%  de alpiste, el 10% de nabina, 5% de linaza, 5% de avena pelada, 5% de negrillo,  2%  de cañamones y  3% de otras semillas (perilla, mijo amarillo, panizo, etc.)

Época de reproducción.

En general, una buena mezcla de semillas para este periodo debe contener a alrededor de: 18% de proteína cruda,  14% de grasa 7% de cenizas y 7% de fibra cruda.

Estas proporciones se consiguen con la siguiente mezcla de semillas: 50% de alpiste, 15% de nabina, 20 % de negrillo, 7% de linaza, 8% de avena pelada.

La investigación ha demostrado que un alimento con 20 - 22% de proteína proporciona un crecimiento óptimo para los polluelos. Así que usted puede aumentar la tasa de proteínas distribuidas hasta el 20 - 22% utilizando una mezcla de semillas germinadas de las que normalmente venden en el mercado para germinar. Una excelente mezcla para germinar es:

50% de nabina.

20% de negrillo.

5% de mijo

5% de cardo.

5% de rábano.

5% de cañamón.

10% de katjang.

Los granos germinados se deben consumir pronto, y no dejarlos de un día para otro en la jaula.  

 Utilice también durante este periodo pasta que tenga un mínimo de proteínas del 18%, 14% de grasa, 3% de cenizas y un 3% de fibra.  La proporción de proteínas se puede aumentar con germen de trigo o con huevo en polvo. La pasta seca tiene menos riesgos de estropearse pero la húmeda es más apetecible para los canarios y con ella suelen dar de comer mejor a sus crías.

Muda.

En general, una buena mezcla de semillas debe contener al de este período: 16% de proteína cruda, grasa 10%, 7% de cenizas y 7% de fibra.

Estas proporciones se consiguen con la siguiente mezcla: alpiste 60%, 20% nabina, 5% de linaza, 5% de avena peladas, 10% de otras semillas como pueden ser las semillas o simientes de salud. Durante este periodo se debe dar dos o tres veces por semana pasta que  tenga un 14 -16% de proteína, así como fruta o verdura fresca.

lunes, 13 de mayo de 2013

LA LONGITUD
          Este artículo es una traducción de una parte del libro CANARICOLTURA de Umberto Zingoni. En él se puede apreciar la enorme complejidad de seleccionar animales con caracteres genéticos cuantitativos, que son los que afectan a casi todas las características de nuestros canarios.
       La longitud de cualquier ave se mide desde la punta del pico a la punta de la cola cuando el cuerpo, cuello y cola están en línea recta. 
       En el canario la longitud real es la suma de la longitud del esqueleto y de la cola. La longitud del esqueleto depende del espesor de las vértebras. La longitud de la cola depende de la intensidad y de la duración de la actividad de los folículos de las plumas timoneras.  Después de la primera muda la longitud de un canario puede aumentar más de un centímetro porque la cola se haya incrementado en tal valor.
       Hemos dicho la longitud real porque existe una longitud aparente que depende de 3 factores: mayor o menor extensión del cuello, posición y cantidad de plumaje (un ejemplar estrecho con pobreza de plumaje parece más largo).
       La longitud del canario es un carácter genético puramente cuantitativo y cuyo estudio presenta mucho interés. (Un carácter genético cuantitativo, es aquel en el que intervienen varios genes y cuyo resultado final depende de la interacción de todos esos genes entre sí y con el ambiente. Un carácter genético cuantitativo solo puede ser evaluado estadísticamente con un número grande de ejemplares relacionados entre sí).
       Todos los criadores de las razas en las que la longitud es una característica importante saben que del cruce de dos animales de pequeña longitud nacen muchas veces ejemplares más grandes que los padres y que de ejemplares de máxima longitud nacen algunos ejemplares más pequeños que los progenitores.
       Vamos a analizar un ejemplo sencillo. Supongamos que cruzamos dos Lancashire, uno de 24 cm de largo y otro de 20 cm. Supongamos que ambos son homocigotos para todos los factores que inciden en la longitud y que de estos factores ninguno es dominante. Para hacer más claro el ejemplo vamos a considerar que la longitud solo depende de dos pares de genes Aa y Bb. Supongamos que A y B inciden de igual manera sobre la longitud, por ejemplo hacen que aumente 1 cm por encima de los 20cm, y supongamos que a y b no influyen nada en el aumento de la longitud por encima de 20 cm
       Veamos el resultado del cruce de ambos ejemplares:
AABB (24 cm) X aabb (20 cm)
todos los hijos son AaBb (22 cm) pues tienen un cm sobre 20 porque tiene A y otro porque tiene B
Cruzando dos hijos entre sí el resultado será:
AaBb X AaBb
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
AABB
24
AaBB
23
aABB
23
aaBB
22
AABb
23
AaBb
22
aABb
22
aaBb
21
AAbB
23
AabB
22
aAbB
21
aabB
21
AAbb
22
Aabb
21
aAbb
21
aabb
20

        Alguien podrá decir, que según este ejemplo, si cruzamos dos canarios de 24 cm de longitud (AABB) todos los hijos y descendientes cruzados entre sí tendrán la misma longitud. Eso es lo que debía ocurrir en teoría, porque AABB es una suposición hipotética y no vale para representar la realidad, solo vale para ayudar a comprenderla.
       También podemos hacer otras consideraciones:
       1 – Los ejemplares de máxima longitud (AABB) solo transmiten caracteres positivos.
       2- Los ejemplares de mínima longitud (aabb) solo transmiten caracteres negativos.
       3 – Todos los demás ejemplares pueden transmitir  mayor cantidad de caracteres positivos (AB) cuanto mayor sea la longitud del ejemplar.  
       El aficionado puede hacer por su cuenta las diferentes combinaciones posibles partiendo de otros genotipos y constatar fácilmente que aumentando la incidencia de los factores positivos va desapareciendo la longitud más corta. Por lo tanto en el cruce de AABb x AaBb desparece la longitud de 20 cm; en los hijos de AABB x AaBb desaparece la de 21 cm  etc. mientras que vamos aumentando paralelamente el porcentaje de ejemplares de mayor longitud.
       Proceder de esta manera significa seleccionar.
       Habíamos dicho que los ejemplos anteriores quieren ser sobre todo hipótesis interpretativas; por lo que se pueden hacer tantas objeciones como suposiciones que las sostengan. Pero hay una objeción que se debe considerar y que no veo razón para excluir, y es la de considerar que alguno de los caracteres que influyen en la longitud (nosotros solo habíamos supuesto dos pero son muchos más) actúen según la ley mendeliana de la dominancia. No hay que olvidar que un carácter dominante puede ser positivo, pero también puede ser negativo.
       Si la dominancia es de carácter positivo (largo), o de carácter negativo (corto) tendremos los dos casos siguientes:
      En el supuesto de que los caracteres positivos A y B sean dominantes los resultados serían
AaBb (24 cm) X AaBb (24 cm)
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
AABB
24
AaBB
24
aABB
24
aaBB
22
AABb
24
AaBb
24
aABb
24
aaBb
22
AAbB
24
AabB
24
aAbB
24
aabB
22
AAbb
22
Aabb
22
aAbb
22
aabb
20

         En el supuesto de que los caracteres negativos a y b sean dominantes los resultados serían:  
AaBb (20 cm) X AaBb (20 cm)
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
AABB
24
AaBB
22
aABB
22
aaBB
22
AABb
22
AaBb
20
aABb
20
aaBb
20
AAbB
22
AabB
20
aAbB
20
aabB
20
AAbb
22
Aabb
20
aAbb
20
aabb
20

Estos varios ejemplos son muy significativos porque están más próximos a la realidad y son más idóneos para explicar por qué de dos ejemplares de máxima longitud pueden nacer hijos más pequeños que sus progenitores, y viceversa en el caso de una pareja de poca longitud. Podemos anticipar que el desconocimiento de lo que ocurre realmente en cada caso es total, y ello es debido a que estamos en presencia de poligenes con dominancia.
La Genética nos dice que en los casos de herencia cuantitativa de este tipo no es posible individualizar los factores que tienen dominancia, como tampoco es posible saber el número de genes que están implicados, pero lo que importa es saber que el fenómeno se lleva a cabo según las reglas de transmisión genética que hemos descrito.
En la práctica podemos decir que un canario tiene la máxima longitud cuando han concurrido sobre él la mayor parte (o la totalidad) de los factores genéticos cuantitativos positivos que la controlan, con dominancia o sin ella, y cuando por otro lado han concurrido la máxima parte de los factores ambientales favorables: alimentación, estado de salud, muda bien hecha, etc.
Cruzando entre sí dos ejemplares de tales características, se tienen muchas probabilidades que obtener hijos de una longitud similar, pero también saldrá un cierto número de hijos de longitud inadecuada; lo cual es la norma para todas las razas que tienen caracteres muy lejanos de los de la especie salvaje originaria.
Si un carácter positivo para la longitud es recesivo, no produce efecto sobre el ejemplar heterocigótico que lo porta y por ello, el ejemplar no tendrá una longitud mayor. Pero si este ejemplar se cruza con otro que se encuentra en la misma condición genética, se tendrá la grata sorpresa  de ver nacer hijos más grandes que los progenitores. Aunque para el observador experto la sorpresa es ciertamente grata, pero no imprevista, porque sabe que los progenitores provienen de una estirpe largamente seleccionada que está llena de alelos recesivos positivos, los cuales, antes o después, en homocigosis, darán los hijos esperados. Esto explica por qué tales criadores tienen cada año más ejemplares de máxima longitud.
Cuando un carácter es cuantitativo, la selección atenta y continua en consanguinidad más o menos estrecha es el único medio para trasmitirlo a las sucesivas generaciones.