martes, 24 de marzo de 2015

¿SE PUEDEN OBTENER MÁS CANARIOS DE UN DETERMINADO SEXO?
            El presente artículo es una traducción  y adaptación de sendos apartados de los libros “Le Canari” de Jean Chiny y “Les Canaris” de G. Smet.


            Algunos criadores desean que nazcan mayor número de machos, otros desean que sea mayor el número de hembras, ¿se puede influir en que salgan más de un sexo que de otro?
            Hay algunas fórmulas empíricas:
 Macho joven x hembra vieja = mayor número de machos.
Macho viejo x hembra joven = mayor número de hembras.
Macho vigoroso y fogoso = mayor número de machos.
            Estas normas están basadas en observaciones, que no han sido contrastadas rigurosamente y que se aplican también a la cría de mamíferos, sin tener en cuenta las diferencias biológicas entre los mamíferos y las aves.


            Las experiencias de Seiler llevan a pensar que el calor en el momento de la ovulación, y consiguiente fecundación, favorecería la producción de embriones hembra. Inversamente, el frío produciría más machos.  Ensayos personales no  han confirmado totalmente esta teoría, pero podría ser una explicación de que los años de más machos son años más fríos en marzo y abril (este fenómeno tendría que ser más estudiado, observando durante varios años o en circunstancias experimentales).
            La biorritmia aplicada a la hembra podría apoyarse sobre la diferencia de metabolismo de los óvulos, diferencia que,   durante ciertos periodos,  favorece  la producción de óvulos en los que el cromosoma X  tiene una cierta preponderancia  o un mayor vigor sobre el Y y viceversa. La biorritmia posiblemente pueda jugar un papel sobre la producción de espermatozoides y sobre su vitalidad, pero no sobre la determinación del sexo por influencia del biorritmo del macho. En el caso de las hembras, su influencia es probable.
            Ensayos personales que parten de la hipótesis de que la diferencia de metabolismo celular, provocada por la acción de la hipófisis,  modifica el rendimiento de los fenómenos de ovulación podrían conducir a la posibilidad de obtener preferentemente un determinado sexo.



               Pero ¿qué es la BIORRITMIA o los BIORRITMOS?
           Esta teoría sostiene que los seres vivos tienen unas fases rítmicas de vitalidad durante toda su vida a partir del día de su nacimiento. Según esta teoría existe un ritmo masculino de 23 días y un ritmo femenino de 28 días.
            Estos ritmos comprenden un periodo de excitación y un periodo de calma, con una progresión con un máximo positivo  en medio del periodo de excitación y un máximo negativo  en el medio del periodo de calma.


            El ritmo masculino se divide en dos periodos de los cuales uno es de excitación y el otro de calma sexual, y los dos con una duración de 11 días y medio.
            Durante el periodo de excitación la fuerza vital o posibilidad de fecundación es muy alta; durante el periodo de calma la fuerza vital sufre una disminución considerable.


            Cada uno de estos periodos son progresivos y regresivos, y toman la forma de una elevación o crescendo y de una disminución, tal como se ve en el gráfico.
            La intensidad del ritmo masculino aumenta progresivamente y llega a su punto culminante hacia el sexto día; el final del periodo de excitación del ritmo masculino ocurre después de 11 días, inmediatamente después y sin intervalo comienza el periodo de calma, que se caracteriza por una debilitación de la fuerza vital cada vez más pronunciada durante cinco días, para volver de nuevo después de cinco días a un nuevo periodo de ritmo masculino.
            El ritmo femenino tiene una manifestación similar al ritmo masculino pero dura 28 días. Se divide también en dos periodos con un máximo de excitación el 7 día, que va disminuyendo para llegar a su mínimo el día 21.
           


            El momento en que se realiza la fecundación tiene una repercusión muy grande en el sexo de los embriones, que serán del sexo masculino o femenino según que los reproductores estén en un periodo u otro de los dos ritmos.
            El criador debe hacer los emparejamientos durante el periodo de excitación de un ritmo.
            Es probable que si se acopla una hembra cuyos dos ritmos se encuentren en un periodo de calma, la fecundación no se realizará y dará como resultado huevos no fecundados.


            También es necesario evitar que un macho se empareje con una hembra cuando sus ritmos estén en periodo de depresión.
            Por el contrario, apareando un macho y una hembra cuando estén los dos en periodo de excitación del ritmo masculino, nacerán machos robustos y vigorosos, que si pertenecen a una estirpe de buenos cantores, tendrán unas extraordinarias cualidades y destacarán en los concursos.
            Si se emparejan un macho y una hembra cuando los dos estén en el periodo de excitación del ritmo femenino, tendremos como resultado hembras exclusivamente.
         
            Método de aplicación de los biorritmos.
            Los ritmos comienzan a partir del momento del nacimiento del pájaro.
            Supongamos que en el momento de emparejarlos el macho tiene una edad de 372 días y la hembra de 394 días.
            El ritmo masculino del macho se encuentra en un periodo de excitación en el cuarto día y su ritmo femenino en el octavo día.
            Los ritmos de la hembra se encuentran en periodo de excitación el tercer día para el masculino y su ritmo femenino el segundo.
            Sumando los grados de fuerza vital de los ritmos de los dos reproductores obtenemos:

Ritmo masculino
Ritmo femenino
Macho
4
8
Hembra
3
2

7
10
        Este cálculo nos muestra que la nidada se compondrá sensiblemente con algunas hembras más que machos, pero con una proporción muy pequeña, porque los ritmos tienen unos valores muy próximos. Todos los jóvenes serán ejemplares interesantes para la reproducción y para el canto.



            Veamos varios ejemplos.
            a) El macho tiene una edad de 661 días. 
            Su ritmo masculino será 661: 23 = 28 y de resto queda 17.
            Su ritmo femenino será 661: 28 = 23 y de resto 17.
            La hembra tiene una edad de 663 días.
            Su ritmo masculino será 663: 23 = 27 y de resto 12.
            Su ritmo femenino será 663: 28 = 22 y de resto 17.
            Estos dos pájaros están en un periodo de calma tanto en sus ritmos masculinos como femeninos, pues los dos están en 12 y  17 días de sus  ritmos, con lo que la fecundación no tendrá lugar.

            b) Supongamos un macho y una hembra con idéntica edad: 301 días.
            Su ritmo masculino se encontrará en 301: 23 = 13 y de resto 2.
            Su ritmo femenino será 301: 28 = 10 y de resto 14.
            Ambos pájaros están en el día 3 de su ritmo masculino, es decir, en un periodo ascendente de excitación.
            Su ritmo femenino está en el día 15, es decir, en el comienzo del periodo descendente.
            Los dos canarios se encuentran en un plano de igualdad, pero como el ritmo masculino es más pujante que el  femenino, obtendremos más machos que hembras, en una proporción que puede oscilar entre 3 machos por cada cinco crías y dos machos por cada cuatro crías.