martes, 1 de octubre de 2013

LOS QUISTES DE LAS PLUMAS O LUMPS

            Este artículo es una traducción de ciertos apartados del libro de Giorgio de Baseggio CANARINI: CINQUE MAGNIFICHE RAZZE INGLESI. Para expertos y aficionados en este libro es donde mejor se trata todo el problema de los quistes.
        La formación de los quistes de las plumas, científicamente llamados HIPOPTERONOSIS CISTICA, es un antiguo problema que se presenta en la cría de determinadas razas en las que se crían pájaros con plumaje largo, blando y suave. Se sospecha el carácter hereditario de la formación de dichos quistes por los siguientes hechos: los lumps (término inglés de los quistes de las plumas) aparecen también en ejemplares de plumaje intenso y corto, después de algunas generaciones en las que los quistes no habían aparecido  en ningún canario del criadero. En determinadas razas, como los Rizados, donde se repite el emparejamiento de Nevado X Nevado, y donde se selecciona  a los ejemplares que tienen el plumaje más largo y más suave (por ejemplo el Rizado de París), los quistes, que se sepa no aparecen, lo que significa que dicha Raza Rizada están libres de esa tara hereditaria. Si no fuese una tara hereditaria y los quistes solo se debieran al acoplamiento de nevado X nevado entre los ejemplares de plumaje más largo y más suave, entonces los canarios de Razas Rizadas  deberían estar llenos de ellos, pero en ninguna aparecen. Si en las razas Gloster, Yorkshire, Lancashire, Crested y Norwich, donde los quistes son muy frecuentes (no obstante en Gran Bretaña los criadores no utilizan como reproductores a los canarios que los tienen), si realizásemos los emparejamientos  que se hacen normalmente con las razas rizadas para obtener ejemplares con el plumaje  muy suave y muy largo, probablemente  dichas razas inglesas se habrían extinguido o casi lo estarían. ¿Qué otra explicación se puede dar a este fenómeno de los quistes sin no el de que es de naturaleza hereditaria?
 
            Ciertos criadores sostienen que hay tres formas en los quistes de las plumas:
a)     Forma hereditaria. El ejemplar ha heredado la predisposición y los quistes aparecen con la primera o sucesivas mudas.
b)    Forma no hereditaria, provocada por una situación de stress. Si la madre arranca las plumas de los jóvenes en el nido, en los folículos de la zona desnuda se forma un quiste de pequeñas dimensiones (como una semilla de mijo o de avena).
c)     Forma no hereditaria en los adultos. Si a un ejemplar adulto se le arranca una pluma de las alas o de la cola, sobre todo en la época de la muda, en la zona arrancada aparece un quiste.
Considero que todas las aves citadas en los tres casos anteriores están hereditariamente predispuestas a desarrollar los quistes.
Herencia patológica. Se habla de este tipo de herencia cuando el carácter patológico pasa de padres a hijos por medio de los genes.
Predisposición hereditaria a la enfermedad. El fenómeno consiste en la trasmisión de la predisposición a adquirir determinada enfermedad bajo la acción de causas más o menos específicas.  No se transmiten los genes de la enfermedad, sino los genes que predisponen a la enfermedad. Un individuo nace aparentemente sano (los jóvenes canarios no manifiestan los quistes en el nido) pero, estando genéticamente predispuestos, por cualquier causa de stress (arranque de las plumas, muda, etc.) externa, manifiestan  los quistes de las plumas.
Considero que en las tres formas de quistes mencionadas anteriormente hay una predisposición hereditaria a la enfermedad. Existen familias de canarios en las cuales se hereda la facilidad para tener quistes.
 
Consecuentemente, el único modo de liberar un criadero de los quistes, es el no utilizar como reproductor ni un solo ejemplar que los tenga, y sobre todo ni sus hijos ni ningún otro pariente. Si en un criadero en el que no se presenta esta enfermedad, queremos introducir un reproductor para mejorar ciertas características, debemos durante cuatro años  observar a todos los hijos del mismo y a sus descendientes más o menos directos. Si uno solo de ellos presenta quistes, todos los canarios descendientes del ejemplar incorporado, así como todos los relacionados con él, deben ser eliminados.
Si las cosas son como he sugerido anteriormente, también se explican las consideraciones de Dodwel (existe una correlación entre los lumps y el factor moña) y de Arnall (la moña se puede considerar como una forma atenuada de un quiste del plumaje); o sea todas las razas inglesas de canarios moñudos  con plumaje liso están más predispuestas que otras razas a manifestar los quistes.
Se puede suponer, en base a la experiencia, que las razas rizadas moñudas son hereditariamente resistentes o inmunes hacia la enfermedad de los quistes.
¿Pero cuanto de inmunes? Para dar respuesta a esta pregunta, y con las ayuda de varios criadores, se cruzaron canarios de raza inglesa  con quistes, con canarios rizados moñudos (Padovano o Fiorino); los mestizos de primera generación se cruzaron solo con rizados y así durante algunos años, sin utilizar ya  nunca ejemplares de plumaje liso; se utilizaron todos los mestizos y sus descendientes, porque algún mestizo pudo no haber heredado los quistes. En diversos años de acoplamiento en consanguinidad  media y estrecha, entre los mestizos y sus descendientes no aparecieron quistes y así obtuvimos la prueba de que las Razas Rizadas son genéticamente resistentes a los quistes de las plumas.
Está claro que un canario recubierto de quistes presenta su metabolismo muy alterado, lo que se manifiesta en la siguiente sintomatología: cese del canto, escasa vivacidad, plumaje estropeado,  escasa fertilidad, debilitamiento general del organismo, disminución del apetito. Cuantos más quistes tiene y más grandes son éstos, más acusados son los síntomas y más abatido está el animal. Un metabolismo tal alterado es causado por un desequilibrio hormonal. ¿De dónde proceden todos estos desequilibrios y alteraciones? ¿Qué los ha provocado? ¿Es posible que unos acoplamientos erráticos (nevado con nevado de plumaje largo  y suave durante varias generaciones) puedan por sí solos provocar la grave sintomatología expuesta? Mi opinión  es que la presión selectiva, acentuada además por la consanguinidad  no siempre correctamente aplicada tal como se ha hecho en los últimos 150 años por los criadores británicos pueden ser no la causa directa, sino la concausa de la aparición de los quistes en el plumaje. Como también son  concausas (o sea, causas que se suman a otras causas para que el fenómeno ocurra) las que contribuyen al desgarro de las plumas después de que aparecen los quistes o las alteraciones orgánicas que ocurren y así sucesivamente. ¿Pero cuál es la causa principal  de la grave alteración y síntomas consecuentes? Yo no encuentro otra respuesta que la de determinados genes desfavorables (o subvitales) cuya negativa acción provoca desequilibrios  hormonales en las glándulas Hipófisis, Sexuales y Tiroides.
 
Esta alteración glandular (¿probable insuficiencia de la cantidad de tiroxina en la sangre?) sería la causa directa de la aparición de los quistes de las plumas. Los quistes solo son un síntoma más de todos los síntomas  que causa la enfermedad (cese del canto, plumaje estropeado, etc.) la cual afecta a todo el organismo. Una confirmación de lo que acabo de decir es el hecho de que tras una larga terapia  con extractos tiroideos se reduce claramente la aparición de los quistes, aunque solo temporalmente ya que el canario lleva en su patrimonio hereditario los genes desfavorables que se hacen sentir por todo el arco de la vida del animal.
El hecho de que ciertos ejemplares presenten pocos y pequeños quistes (los cuales, a veces desaparecen en mudas sucesivas); otros, sin embargo, presentan hasta 12 quistes de grandes dimensiones en determinado momento, además de diversos quistes pequeños y que se agrava con el paso de los años, hace suponer una herencia de tipo cuantitativo y recesivo

domingo, 21 de julio de 2013

LA ALIMENTACIÓN SEGÚN LAS ÉPOCAS

            Una buena alimentación no debe ser igual durante todo el año, debe ir variando según las necesidades de los canarios.

            Período de descanso.     

Es la etapa comprendida entre el final de la muda y el comienzo del periodo de cría. Corresponde a todo el invierno. La cantidad de nutrientes durante este período es inferior al que se requiere durante  el crecimiento o la producción de huevos. Unos elevados niveles de proteínas y minerales (calcio) similares  a los del período de reproducción o de crecimiento pueden ser perjudiciales para los canarios.

En general, una buena mezcla de semillas  para este periodo debe contener: 13% de proteína cruda, 7% de grasa, 7% de cenizas y 7% de fibra.

Estas proporciones se consiguen  con la siguiente mezcla de semillas: 70%  de alpiste, el 10% de nabina, 5% de linaza, 5% de avena pelada, 5% de negrillo,  2%  de cañamones y  3% de otras semillas (perilla, mijo amarillo, panizo, etc.)

Época de reproducción.

En general, una buena mezcla de semillas para este periodo debe contener a alrededor de: 18% de proteína cruda,  14% de grasa 7% de cenizas y 7% de fibra cruda.

Estas proporciones se consiguen con la siguiente mezcla de semillas: 50% de alpiste, 15% de nabina, 20 % de negrillo, 7% de linaza, 8% de avena pelada.

La investigación ha demostrado que un alimento con 20 - 22% de proteína proporciona un crecimiento óptimo para los polluelos. Así que usted puede aumentar la tasa de proteínas distribuidas hasta el 20 - 22% utilizando una mezcla de semillas germinadas de las que normalmente venden en el mercado para germinar. Una excelente mezcla para germinar es:

50% de nabina.

20% de negrillo.

5% de mijo

5% de cardo.

5% de rábano.

5% de cañamón.

10% de katjang.

Los granos germinados se deben consumir pronto, y no dejarlos de un día para otro en la jaula.  

 Utilice también durante este periodo pasta que tenga un mínimo de proteínas del 18%, 14% de grasa, 3% de cenizas y un 3% de fibra.  La proporción de proteínas se puede aumentar con germen de trigo o con huevo en polvo. La pasta seca tiene menos riesgos de estropearse pero la húmeda es más apetecible para los canarios y con ella suelen dar de comer mejor a sus crías.

Muda.

En general, una buena mezcla de semillas debe contener al de este período: 16% de proteína cruda, grasa 10%, 7% de cenizas y 7% de fibra.

Estas proporciones se consiguen con la siguiente mezcla: alpiste 60%, 20% nabina, 5% de linaza, 5% de avena peladas, 10% de otras semillas como pueden ser las semillas o simientes de salud. Durante este periodo se debe dar dos o tres veces por semana pasta que  tenga un 14 -16% de proteína, así como fruta o verdura fresca.

lunes, 13 de mayo de 2013

LA LONGITUD
          Este artículo es una traducción de una parte del libro CANARICOLTURA de Umberto Zingoni. En él se puede apreciar la enorme complejidad de seleccionar animales con caracteres genéticos cuantitativos, que son los que afectan a casi todas las características de nuestros canarios.
       La longitud de cualquier ave se mide desde la punta del pico a la punta de la cola cuando el cuerpo, cuello y cola están en línea recta. 
       En el canario la longitud real es la suma de la longitud del esqueleto y de la cola. La longitud del esqueleto depende del espesor de las vértebras. La longitud de la cola depende de la intensidad y de la duración de la actividad de los folículos de las plumas timoneras.  Después de la primera muda la longitud de un canario puede aumentar más de un centímetro porque la cola se haya incrementado en tal valor.
       Hemos dicho la longitud real porque existe una longitud aparente que depende de 3 factores: mayor o menor extensión del cuello, posición y cantidad de plumaje (un ejemplar estrecho con pobreza de plumaje parece más largo).
       La longitud del canario es un carácter genético puramente cuantitativo y cuyo estudio presenta mucho interés. (Un carácter genético cuantitativo, es aquel en el que intervienen varios genes y cuyo resultado final depende de la interacción de todos esos genes entre sí y con el ambiente. Un carácter genético cuantitativo solo puede ser evaluado estadísticamente con un número grande de ejemplares relacionados entre sí).
       Todos los criadores de las razas en las que la longitud es una característica importante saben que del cruce de dos animales de pequeña longitud nacen muchas veces ejemplares más grandes que los padres y que de ejemplares de máxima longitud nacen algunos ejemplares más pequeños que los progenitores.
       Vamos a analizar un ejemplo sencillo. Supongamos que cruzamos dos Lancashire, uno de 24 cm de largo y otro de 20 cm. Supongamos que ambos son homocigotos para todos los factores que inciden en la longitud y que de estos factores ninguno es dominante. Para hacer más claro el ejemplo vamos a considerar que la longitud solo depende de dos pares de genes Aa y Bb. Supongamos que A y B inciden de igual manera sobre la longitud, por ejemplo hacen que aumente 1 cm por encima de los 20cm, y supongamos que a y b no influyen nada en el aumento de la longitud por encima de 20 cm
       Veamos el resultado del cruce de ambos ejemplares:
AABB (24 cm) X aabb (20 cm)
todos los hijos son AaBb (22 cm) pues tienen un cm sobre 20 porque tiene A y otro porque tiene B
Cruzando dos hijos entre sí el resultado será:
AaBb X AaBb
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
AABB
24
AaBB
23
aABB
23
aaBB
22
AABb
23
AaBb
22
aABb
22
aaBb
21
AAbB
23
AabB
22
aAbB
21
aabB
21
AAbb
22
Aabb
21
aAbb
21
aabb
20

        Alguien podrá decir, que según este ejemplo, si cruzamos dos canarios de 24 cm de longitud (AABB) todos los hijos y descendientes cruzados entre sí tendrán la misma longitud. Eso es lo que debía ocurrir en teoría, porque AABB es una suposición hipotética y no vale para representar la realidad, solo vale para ayudar a comprenderla.
       También podemos hacer otras consideraciones:
       1 – Los ejemplares de máxima longitud (AABB) solo transmiten caracteres positivos.
       2- Los ejemplares de mínima longitud (aabb) solo transmiten caracteres negativos.
       3 – Todos los demás ejemplares pueden transmitir  mayor cantidad de caracteres positivos (AB) cuanto mayor sea la longitud del ejemplar.  
       El aficionado puede hacer por su cuenta las diferentes combinaciones posibles partiendo de otros genotipos y constatar fácilmente que aumentando la incidencia de los factores positivos va desapareciendo la longitud más corta. Por lo tanto en el cruce de AABb x AaBb desparece la longitud de 20 cm; en los hijos de AABB x AaBb desaparece la de 21 cm  etc. mientras que vamos aumentando paralelamente el porcentaje de ejemplares de mayor longitud.
       Proceder de esta manera significa seleccionar.
       Habíamos dicho que los ejemplos anteriores quieren ser sobre todo hipótesis interpretativas; por lo que se pueden hacer tantas objeciones como suposiciones que las sostengan. Pero hay una objeción que se debe considerar y que no veo razón para excluir, y es la de considerar que alguno de los caracteres que influyen en la longitud (nosotros solo habíamos supuesto dos pero son muchos más) actúen según la ley mendeliana de la dominancia. No hay que olvidar que un carácter dominante puede ser positivo, pero también puede ser negativo.
       Si la dominancia es de carácter positivo (largo), o de carácter negativo (corto) tendremos los dos casos siguientes:
      En el supuesto de que los caracteres positivos A y B sean dominantes los resultados serían
AaBb (24 cm) X AaBb (24 cm)
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
AABB
24
AaBB
24
aABB
24
aaBB
22
AABb
24
AaBb
24
aABb
24
aaBb
22
AAbB
24
AabB
24
aAbB
24
aabB
22
AAbb
22
Aabb
22
aAbb
22
aabb
20

         En el supuesto de que los caracteres negativos a y b sean dominantes los resultados serían:  
AaBb (20 cm) X AaBb (20 cm)
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
Genotipo
Fenotipo en cm
AABB
24
AaBB
22
aABB
22
aaBB
22
AABb
22
AaBb
20
aABb
20
aaBb
20
AAbB
22
AabB
20
aAbB
20
aabB
20
AAbb
22
Aabb
20
aAbb
20
aabb
20

Estos varios ejemplos son muy significativos porque están más próximos a la realidad y son más idóneos para explicar por qué de dos ejemplares de máxima longitud pueden nacer hijos más pequeños que sus progenitores, y viceversa en el caso de una pareja de poca longitud. Podemos anticipar que el desconocimiento de lo que ocurre realmente en cada caso es total, y ello es debido a que estamos en presencia de poligenes con dominancia.
La Genética nos dice que en los casos de herencia cuantitativa de este tipo no es posible individualizar los factores que tienen dominancia, como tampoco es posible saber el número de genes que están implicados, pero lo que importa es saber que el fenómeno se lleva a cabo según las reglas de transmisión genética que hemos descrito.
En la práctica podemos decir que un canario tiene la máxima longitud cuando han concurrido sobre él la mayor parte (o la totalidad) de los factores genéticos cuantitativos positivos que la controlan, con dominancia o sin ella, y cuando por otro lado han concurrido la máxima parte de los factores ambientales favorables: alimentación, estado de salud, muda bien hecha, etc.
Cruzando entre sí dos ejemplares de tales características, se tienen muchas probabilidades que obtener hijos de una longitud similar, pero también saldrá un cierto número de hijos de longitud inadecuada; lo cual es la norma para todas las razas que tienen caracteres muy lejanos de los de la especie salvaje originaria.
Si un carácter positivo para la longitud es recesivo, no produce efecto sobre el ejemplar heterocigótico que lo porta y por ello, el ejemplar no tendrá una longitud mayor. Pero si este ejemplar se cruza con otro que se encuentra en la misma condición genética, se tendrá la grata sorpresa  de ver nacer hijos más grandes que los progenitores. Aunque para el observador experto la sorpresa es ciertamente grata, pero no imprevista, porque sabe que los progenitores provienen de una estirpe largamente seleccionada que está llena de alelos recesivos positivos, los cuales, antes o después, en homocigosis, darán los hijos esperados. Esto explica por qué tales criadores tienen cada año más ejemplares de máxima longitud.
Cuando un carácter es cuantitativo, la selección atenta y continua en consanguinidad más o menos estrecha es el único medio para trasmitirlo a las sucesivas generaciones.