domingo, 12 de febrero de 2017

CUANDO LOS PÁJAROS NO SE ENTIENDEN
Roy FOX
Traducido de «Cages & Aviary Birds »
 
        Tener un criadero de canarios de exposición de calidad lleva muchos años y es un proceso continuo. Siempre hablamos de hacer emparejamientos rigurosamente seleccionados, pero en realidad el criador no tiene todo controlado.
       Esto me ha ocurrido con una pareja que había seleccionado cuidadosamente. Yo había preparado todo a conciencia, había verificado el estado de salud de los pájaros, su alojamiento estaba dispuesto y tenían todo el material adecuado. Y entonces… ¡el macho ha decidido que no quería a esa hembra!
       Tenía una pareja en jaulón con un separador que les permitía verse y en circunstancias normales el macho podía dar de comer a la hembra. La hembra parecía querer darse de comer, pero el macho la ignoraba completamente.
       El macho estaba en plena forma para emparejarse, pero no con la hembra que había escogido para él. Era evidente que el macho se sentía atraído por otra hembra del criadero, no porque la viera, sino porque la oía.
       No pude echarle con otra hembra porque todas ya estaban emparejadas y con el nido hecho. Si no hubiese sido así le habría dejado con las hembras libres para que escogiera la que más le gustaba. No tuve más remedio que meterle en un jaulón y dejarle allí solo.
       Por mi experiencia es más fácil solucionar el problema cuando es la hembra la que rechaza al macho. Si cuando quito la separación, la hembra se muestra agresiva, mi primera táctica es vaporizarla con agua. No solamente para detener su ataque sino porque mientras se seca y alisa sus plumas ella no atacará al macho y posiblemente acepte sus atenciones. En circunstancias menos violentas poner una bañera puede tener el mismo efecto: “Quienes se bañan juntos, permanecen juntos”, ¡se dice!
       Si la hembra está atraída por otro macho diferente al que habéis seleccionado yo coloco el macho preferido en una jaula de exposición colocada al lado de la jaula de cría en la que está la hembra. El macho se pondrá a cantar y la hembra tomará la posición de acoplamiento, en ese momento quitar la separación para que pase el macho que habéis seleccionado y tenga lugar la fecundación. Una vez fecundada se debe volver a poner la separación.
       Si pensáis emparejar un macho con varias hembras, no dejéis nunca que el macho ayude a construir el nido a la hembra. El macho tiene que estar colocado en el jaulón de cría, pero con la separación puesta para que no se acostumbre solo a una hembra y rechace a las demás.
       Nunca emparejo un macho con más de dos hembras emparentadas, porque todos los medio hermanos y medio hermanas son consanguíneos. Esto no es un problema para hacer las parejas para el año siguiente, pero en años sucesivos os obligará a ir por un camino selectivos con una posibilidad genética limitada. En ese caso introducid algunos pájaros de otro criadero y veréis la clara mejoría en vuestra línea de sangre.
       Cuando hago mis parejas yo prefiero un macho con una hembra. Para mí es una mejor opción emparejar dos hembras hermanas con dos machos que no tengan ningún parentesco, que echar un macho con dos hembras. En mi opinión, echar dos hermanas con machos sin ninguna relación con ellas, ni entre sí, supone un gran avance en la formación de un plantel. Además, hay la ventaja de que los machos ayudarán a las hembras a criar a los polluelos.


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