LOS CONCURSOS
Ángel
Rodríguez Cardeña
Otoño es
la época de los concursos. Para muchos criadores la presentación de sus pájaros
a los concursos es la culminación de todo el proceso de cría. Me parece muy
importante preparar esta época de manera cuidadosa pues se pueden cometer
errores y dar al traste con muchos esfuerzos e incluso con buenos resultados en
la cría, tanto en cantidad como en calidad de los ejemplares obtenidos. El
proceso para una buena planificación puede ser el siguiente:
Selección de los pájaros.
Hay que
esperar a finales de septiembre, cuando la muda ya esta terminada, o a punto de
terminar, para hacernos una idea del valor potencial de nuestros pájaros. Hay
que escoger pájaros sanos, vivos y aquellos que más se aproximen al estándar de
la raza. Si el criador es novato y no sabe bien cuales son las características
raciales debe pedir consejo a algún aficionado experto. Lógicamente los
ejemplares seleccionados no tendrán
ningún defecto que pueda comportar su descalificación inmediata: falta de uñas
o dedos, manchas claras en los melánicos u oscuras en los lipocromos, quistes,
etc.
La elección de los concursos en los que
participar.
La cantidad y la
calidad de los pájaros seleccionados condicionan la elección de los concursos
en los que se puede participar. En todos los lugares se realizan concursos
ornitológicos a nivel local, nacional o internacional que se concentran sobre
todo en los meses de octubre a diciembre. Si sólo se dispone de 10 ó 15 pájaros
de buena calidad hay que limitarse a dos tres concursos locales o regionales
como máximo (en los concursos locales o regionales hay más posibilidades de
obtener un premio) ya que los pájaros necesitan entre 15 y 20 días entre concursos
para reponerse. Si se tienen de 30
a 50 pájaros buenos o muy buenos, entonces la táctica
puede ser otra. Se puede ir a un regional, a un nacional, e incluso al mundial;
pero sin olvidar que todo esto tiene un coste económico
La preparación de los pájaros para los
concursos.
Algunos criadores cogen sus pájaros
de las voladeras la víspera de mandarlos al concurso, les hacen una pequeña
limpieza y piensan que ya pueden obtener algunas medallas. La preparación para
los concursos se olvida muy frecuentemente quizá porque lleva mucho tiempo y es
laboriosa, sobre todo si se trata de muchos pájaros pero es absolutamente
necesaria si se quiere optar a algún premio.
Hay que habituar al pájaro que ha
estado suelto en un jaulón de vuelo o en una voladera al espacio reducido de
una jaula de concurso para que se encuentre lo más calmado y tranquilo posible
cuando esté frente al juez y no salte sin cesar de una posadero a otro, no se
agarre a los barrotes, no se esconda en un rincón de la jaula, etc. Lo ideal es
proceder paulatinamente y por etapas
voladero - jaulón de cría – jaula de
concurso, empleando en el entrenamiento sobre un mes, evitando coger a los
animales con la mano y no dejar a varios ejemplares juntos en un espacio
reducido (sobre todo a los machos).
El entrenamiento en la jaula de
concurso es la ideal. En un principio se colocará la jaula arrimada a la
voladera con comida que les guste (verdura, fruta, etc) de forma que puedan
entrar y salir; cuando estén dentro se les cierra la puerta durante un rato
para que se vayan habituando progresivamente así como llevarles a otro sitio y
que estén con otras personas. Para los animales de fondo rojo la alimentación
con colorante se les dará hasta el fin de la temporada de las exposiciones. Un
truco: dejar de dar el alimento con colorante dos días antes de la partida del
pájaro para que los excrementos no sean rojos y no se corra el riesgo de
manchar a otros pájaros durante el transporte.
Al comienzo de la preparación se
debe coger cada pájaro y en la mano observarle detenidamente. Las plumas rotas
hay que arrancarlas (contar 5 ó 6 semanas en que vuelvan a crecer) o cortarlas
al ras.
El
animal no sólo debe estar tranquilo, también debe estar totalmente limpio. Unos
días antes de que llegue el momento del concurso es necesario lavar al
animal cuidadosamente, con agua tibia y un jabón suave; si el animal está
completamente limpio, cuatro o cinco días antes del concurso conviene ponerle
una bañera con un poco de glicerina si queremos que tenga el plumaje suave y
esponjoso y con un poco de vinagre si lo que deseamos es que esté apretado y
adherido al cuerpo. Hasta que llegue el momento del concurso conviene vaporizar
todos los días al animal para mantener el plumaje en una condición perfecta,
utilizando o no algún producto de los que dan brillo a las plumas.
El transporte de los pájaros hasta el lugar
del concurso.
Lo ideal
es que el criador, o una persona de total confianza, pueda llevar los pájaros
al lugar del concurso. Cuando el concurso es cerca y hay que llevar las jaulas
lo mejor es llevarlos cada uno con su jaula en una bolsa adecuada, para que los
animales estén al abrigo de las corrientes y con algo de penumbra para que no
se asusten. Ya llevarán la arena y comida; la bebida se pondrá cuando se
llegue. Si las jaulas las pone la sociedad entonces hay que utilizar jaulas o
cajones de transporte (depende como se les quiera llamar), los cajones no serán
muy altos (15 cm
es suficiente) a fin de que los animales no vuelen. Se pondrá comida en el
suelo y si el viaje es largo un recipiente con agua y una esponja (¡ojo! Hay
que acostumbrar previamente a los pájaros a beber en un recipiente de estas
características. Han muerto muchos pájaros porque no sabían beber en estas
condiciones). Si se pone un trozo de manzana se corre el riesgo de que los
animales se ensucien. Hay que dejar una buena aireación y si el viaje es muy
largo prever que los animales tengan suficiente luz para comer y beber o si no
es necesario hacer paradas para que tengan luz y puedan alimentarse.
En resumen:
·
Si el viaje es corto (2 ó 3 horas) o se realiza
por la noche, llevar la jaula o cajón en total oscuridad.
·
Si el viaje es más largo poner comida en el
suelo y un recipiente con una esponja empapada o fruta o verdura y dejar el
cajón con algo de claridad para que los animales puedan comer y beber.
La visita a la exposición.
Aparte de las satisfacciones o
decepciones por los resultados obtenidos, el concurso y la exposición que le
suele seguir muchas veces, pueden aportar muchas lecciones, informaciones y
oportunidades. En primer lugar permiten evaluar globalmente los pájaros que
tenemos en relación con el estándar de la raza, pero conviene relativizar los
resultados ya que no es lo mismo obtener 89 puntos en un concurso de un club
pequeño que en un nacional o un mundial. Los concursos de los clubs técnicos y
los de un nivel elevado permiten observar ejemplares próximos a las exigencias
del estándar. Se debe uno fijar atentamente en esos pájaros para acostumbrar al
ojo a ver las buenas cualidades y saber mejor lo que les falta a nuestros
animales. La exposición es también un buen lugar para intercambiar opiniones
con otros aficionados, así como aprender de los más experimentados. Es también
un buen lugar para conocer a los mejores criadores y saber a quien tenemos que
dirigirnos cuando debamos adquirir algún ejemplar para mejorar alguna
característica (plumaje, talla, forma, etc).