LOS QUISTES DE LAS
PLUMAS O LUMPS
Este artículo es una traducción de ciertos apartados del libro de
Giorgio de Baseggio CANARINI: CINQUE MAGNIFICHE RAZZE INGLESI. Para expertos y
aficionados en este libro es donde mejor se trata todo el problema de los
quistes.
La formación de los quistes de las
plumas, científicamente llamados HIPOPTERONOSIS CISTICA, es un antiguo problema
que se presenta en la cría de determinadas razas en las que se crían pájaros
con plumaje largo, blando y suave. Se sospecha el carácter hereditario de la
formación de dichos quistes por los siguientes hechos: los lumps (término
inglés de los quistes de las plumas) aparecen también en ejemplares de plumaje
intenso y corto, después de algunas generaciones en las que los quistes no
habían aparecido en ningún canario del
criadero. En determinadas razas, como los Rizados, donde se repite el
emparejamiento de Nevado X Nevado, y donde se selecciona a los ejemplares que tienen el plumaje más largo
y más suave (por ejemplo el Rizado de París), los quistes, que se sepa no
aparecen, lo que significa que dicha Raza Rizada están libres de esa tara
hereditaria. Si no fuese una tara hereditaria y los quistes solo se debieran al
acoplamiento de nevado X nevado entre los ejemplares de plumaje más largo y más
suave, entonces los canarios de Razas Rizadas
deberían estar llenos de ellos, pero en ninguna aparecen. Si en las
razas Gloster, Yorkshire, Lancashire, Crested y Norwich, donde los quistes son
muy frecuentes (no obstante en Gran Bretaña los criadores no utilizan como
reproductores a los canarios que los tienen), si realizásemos los
emparejamientos que se hacen normalmente
con las razas rizadas para obtener ejemplares con el plumaje muy suave y muy largo, probablemente dichas razas inglesas se habrían extinguido o
casi lo estarían. ¿Qué otra explicación se puede dar a este fenómeno de los
quistes sin no el de que es de naturaleza hereditaria?
Ciertos
criadores sostienen que hay tres formas en los quistes de las plumas:
a) Forma hereditaria. El ejemplar ha
heredado la predisposición y los quistes aparecen con la primera o sucesivas
mudas.
b) Forma no hereditaria, provocada por
una situación de stress. Si la madre arranca las plumas de los jóvenes en el
nido, en los folículos de la zona desnuda se forma un quiste de pequeñas
dimensiones (como una semilla de mijo o de avena).
c) Forma no hereditaria en los adultos.
Si a un ejemplar adulto se le arranca una pluma de las alas o de la cola, sobre
todo en la época de la muda, en la zona arrancada aparece un quiste.
Considero que todas las
aves citadas en los tres casos anteriores están hereditariamente predispuestas
a desarrollar los quistes.
Herencia patológica. Se habla de este tipo de herencia
cuando el carácter patológico pasa de padres a hijos por medio de los genes.
Predisposición
hereditaria a la enfermedad. El fenómeno consiste en la trasmisión de la predisposición a
adquirir determinada enfermedad bajo la acción de causas más o menos
específicas. No se transmiten los genes
de la enfermedad, sino los genes que predisponen a la enfermedad. Un individuo
nace aparentemente sano (los jóvenes canarios no manifiestan los quistes en el
nido) pero, estando genéticamente predispuestos, por cualquier causa de stress
(arranque de las plumas, muda, etc.) externa, manifiestan los quistes de las plumas.
Considero que en las tres
formas de quistes mencionadas anteriormente hay una predisposición hereditaria
a la enfermedad. Existen familias de canarios en las cuales se hereda la
facilidad para tener quistes.
Consecuentemente, el
único modo de liberar un criadero de los quistes, es el no utilizar como
reproductor ni un solo ejemplar que los tenga, y sobre todo ni sus hijos ni ningún
otro pariente. Si en un criadero en el que no se presenta esta enfermedad,
queremos introducir un reproductor para mejorar ciertas características,
debemos durante cuatro años observar a
todos los hijos del mismo y a sus descendientes más o menos directos. Si uno
solo de ellos presenta quistes, todos los canarios descendientes del ejemplar incorporado,
así como todos los relacionados con él, deben ser eliminados.
Si las cosas son como he
sugerido anteriormente, también se explican las consideraciones de Dodwel
(existe una correlación entre los lumps y el factor moña) y de Arnall (la moña
se puede considerar como una forma atenuada de un quiste del plumaje); o sea
todas las razas inglesas de canarios moñudos
con plumaje liso están más predispuestas que otras razas a manifestar
los quistes.
Se puede suponer, en base
a la experiencia, que las razas rizadas moñudas son hereditariamente
resistentes o inmunes hacia la enfermedad de los quistes.
¿Pero cuanto de inmunes?
Para dar respuesta a esta pregunta, y con las ayuda de varios criadores, se
cruzaron canarios de raza inglesa con
quistes, con canarios rizados moñudos (Padovano o Fiorino); los mestizos de
primera generación se cruzaron solo con rizados y así durante algunos años, sin
utilizar ya nunca ejemplares de plumaje
liso; se utilizaron todos los mestizos y sus descendientes, porque algún
mestizo pudo no haber heredado los quistes. En diversos años de acoplamiento en
consanguinidad media y estrecha, entre
los mestizos y sus descendientes no aparecieron quistes y así obtuvimos la
prueba de que las Razas Rizadas son genéticamente resistentes a los quistes de
las plumas.
Está claro que un canario
recubierto de quistes presenta su metabolismo muy alterado, lo que se
manifiesta en la siguiente sintomatología: cese del canto, escasa vivacidad,
plumaje estropeado, escasa fertilidad,
debilitamiento general del organismo, disminución del apetito. Cuantos más
quistes tiene y más grandes son éstos, más acusados son los síntomas y más
abatido está el animal. Un metabolismo tal alterado es causado por un
desequilibrio hormonal. ¿De dónde proceden todos estos desequilibrios y
alteraciones? ¿Qué los ha provocado? ¿Es posible que unos acoplamientos
erráticos (nevado con nevado de plumaje largo
y suave durante varias generaciones) puedan por sí solos provocar la
grave sintomatología expuesta? Mi opinión
es que la presión selectiva, acentuada además por la consanguinidad no siempre correctamente aplicada tal como se
ha hecho en los últimos 150 años por los criadores británicos pueden ser no la
causa directa, sino la concausa de la aparición de los quistes en el plumaje. Como también son concausas (o sea, causas que se suman a otras
causas para que el fenómeno ocurra) las que contribuyen al
desgarro de las plumas después de
que aparecen los quistes o las alteraciones orgánicas que ocurren y así
sucesivamente. ¿Pero cuál es la causa principal
de la grave alteración y síntomas consecuentes? Yo no encuentro otra
respuesta que la de determinados genes desfavorables (o subvitales) cuya
negativa acción provoca desequilibrios hormonales en las glándulas Hipófisis,
Sexuales y Tiroides.
Esta
alteración glandular (¿probable insuficiencia de la cantidad de tiroxina en la
sangre?) sería la causa directa de la aparición de los quistes de las plumas.
Los quistes solo son un síntoma más de todos los síntomas que causa la enfermedad (cese del canto,
plumaje estropeado, etc.) la cual afecta a todo el organismo. Una confirmación
de lo que acabo de decir es el hecho de que tras una larga terapia con extractos tiroideos se reduce claramente
la aparición de los quistes, aunque solo temporalmente ya que el canario lleva
en su patrimonio hereditario los genes desfavorables que se hacen sentir por
todo el arco de la vida del animal.
El hecho
de que ciertos ejemplares presenten pocos y pequeños quistes (los cuales, a
veces desaparecen en mudas sucesivas); otros, sin embargo, presentan hasta 12
quistes de grandes dimensiones en determinado momento, además de diversos
quistes pequeños y que se agrava con el paso de los años, hace suponer una herencia de tipo cuantitativo y recesivo
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