LA ALIMENTACIÓN DE LOS JÓVENES
El
canario nace con todos sus órganos perfectamente formados, los cuales
únicamente deben solo crecer, incluida la piel y los folículos que, después del
plumaje del nido, formarán el plumaje definitivo. Todo este crecimiento
terminará una vez que alcance el tamaño del adulto.
Este
crecimiento comprende por un lado los huesos y por otro los tejidos de los
diversos componentes del organismo que son químicamente muy diferentes. Así,
para un crecimiento armónico y regular, la dieta de los polluelos debe contener
dos clases diferentes de compuestos.
Los
huesos están formados esencialmente de minerales, fosfato de calcio, y estos
dos elementos químicos, Calcio y Fósforo, deben encontrarse en la dieta en cantidad
suficiente. El resto de los órganos (piel, músculos, aparato digestivo, etc.)
están formados de proteínas, las cuales a su vez están formadas de moléculas
más pequeñas: los aminoácidos (una veintena) siempre presentes en determinadas
proporciones. Por lo tanto, en la dieta de los polluelos deben estar estas
sustancias. A parte de los alimentos necesarios para el crecimiento, también
deben estar los hidratos de carbono y las grasas, cuya función principal es
proporcionar energía.
MINERALES HOSEOS.
Ya durante su desarrollo embrionario, el polluelo
tiene necesidad de Calcio y Fósforo para formar su esqueleto.
El
calcio se extrae sobre todo a partir del carbonato de calcio, que está presente
en la cáscara del huevo, en la clara y en la yema.
El fósforo
se obtiene de la clara y, sobre todo, de la yema (fosforoproteína, etc.) y, en
una pequeña parte de la cáscara que además de carbonato contiene trazas de
fosfato de calcio (aproximadamente el 1%).
Es
evidente que después del nacimiento estos elementos los debe encontrar en la dieta que el criador pone a disposición
de los padres, prácticamente en la pasta. Cualquier pasta que se vende en el
comercio tiene sobre el 80% de componentes de las fábricas de pan, galletas,
bizcochos, etc. En estos alimentos hay Calcio y Fósforo, pero conviene añadirle
más o ponérselo a disposición de los canarios aparte. El mejor aporte de calcio
para los canarios lo constituye el hueso de sepia o jibia, que debe estar
siempre en la jaula a su disposición.
El Fósforo
está presente sobre todo en la caseína, en la harina de soja y en el huevo en
polvo. Prácticamente estos componentes están presentes en todas las pastas
comerciales, por lo que los canarios no presentarán ninguna deficiencia.
Además
de estos minerales, hay otros que también deben estar presentes (sodio, hierro,
zinc, etc.) en pequeñísimas cantidades y que son indispensables para una
correcta alimentación. La casi totalidad de las pastas comerciales también
tienen estos elementos. Solamente en el caso de que hiciésemos nosotros la
pasta, habría que añadir estas sustancias. En caso de que dudásemos que la
pasta utilizada contenga estos minerales, podemos ponérselos en un recipiente
aparte o añadirlos a la pasta.
LAS PROTEÍNAS.
El otro de
los compuestos necesarios para un correcto crecimiento de los pollos son las
proteínas. Las proteínas aportadas por el pan, galletas, bizcochos, etc. son
totalmente insuficientes para cubrir las necesidades de los jóvenes canarios.
Las pastas
comerciales suelen tener un 16% de proteínas, cantidad que es adecuada para el
mantenimiento de los canarios, pero que es insuficiente en la fase de
crecimiento de los polluelos. En las proteínas debe haber cantidad suficiente
de “proteínas nobles” es decir, de aminoácidos esenciales: metionina, lisina,
colina, etc. En las buenas pastas comerciales para la época de cría de los
pollos, se han añadido estos componentes y suelen tener entre un 18 o 20% de
proteína. De todas formas, mucha de la proteína de estas “buenas pastas” es de
origen vegetal (harina de soja), pero para el crecimiento de los pollitos es
mucho mejor la proteína de origen animal, que nosotros podemos aportar en forma
de huevo cocido o huevo en polvo.
Es muy aconsejable
que durante las dos primeras semanas del nacimiento de los polluelos se añada
huevo a la pasta, sea esta de la clase que sea. Se debe agregar un huevo cocido,
durante 10, 12 minutos, a cada 100 g. de pasta. Si se utiliza huevo en polvo se
debe de añadir en la misma proporción: el equivalente a un huevo por cada 100
g. de pasta.