LOS
PROBIÓTICOS
Leque Thierry, juez A.O.B
Desde hace varios años el término “probiótico” ha
hecho su aparición en la terminología de los aficionados a los pájaros. ¿De qué
se trata exactamente? ¿Por qué la búsqueda de este tipo de productos? ¿Cómo actúan?
¿Dónde se encuentran?
Hablar de probiótico no tiene sentido si no se
comprende el mecanismo de la digestión de los pájaros. La digestión de los
alimentos es una de las etapas más importantes en la vida de nuestros pájaros.
La digestión se debe realizar lo mejor posible a fin de que el pájaro pueda
aprovechar al máximo las cualidades nutritivas de sus alimentos. Numerosos
factores pueden influir en el proceso de la digestión. Por ejemplo una situación de estrés puede
desequilibrar la flora intestinal con lo que habrá una mala asimilación de los
alimentos. La flora intestinal está formada por el conjunto de bacterias, buenas
o malas, (este es solo un modo de hablar para que el concepto quede claro, ya
que en realidad todo es mucho más complejo) presentes en el intestino. Nuestro
canario estará sano cuando las bacterias buenas sean las predominantes. En caso
de que sean las malas el canario se pondrá enfermo. Los científicos han dicho que en caso de
enfermedad es muy conveniente eliminar estas bacterias. El método empleado eran
los antibióticos. El problema se encuentra en que los antibióticos no
diferencian entre las bacterias buenas y malas.
Es lógico pensar que la administración de bacterias buenas sería una
solución interesante después del tratamiento con antibióticos a fin de aumentar
el número de bacterias llamadas buenas.
No
hay que confundir probióticos y antibióticos. Desde 1946 los antibióticos se
han utilizado con fines terapéuticos y han contribuido mucho a mejorar el
estado de salud de nuestros pájaros. Desgraciadamente, desde los años 60, los
criadores han comenzado a darse cuenta del aumento de cepas bacterianas
resistentes a los antibióticos y después de algunos años han comenzado a
reducir su utilización. Esto ha provocado un interés por incorporar cepas
bacterianas (buenas) en los alimentos con el objetivo de simular el efecto
benéfico de los antibióticos. Estos son los probióticos.
Los
probióticos son microorganismos, administrados por vía digestiva, que deben
estar vivos y que favorezcan la salud. Algunas cepas de probióticos pertenecen
a géneros de bacterias presentes en el tubo digestivo de los pájaros y no
otras. Test realizados, concretamente en
el caso de los pollos, muestran que algunos probióticos son aptos para
multiplicarse en el tubo digestivo, y otros no lo colonizan. Su administración
continua se traduce en un tránsito permanente por el aparato digestivos, que no
corresponde a una situación natural
y que es la que queremos
conseguir.
¿Cuál
es el modo de actuación de los probióticos?
El
tubo digestivo del pájaro contiene toda un microflora que en realidad es un
ecosistema en el que las interacciones microbianas aseguran la estabilidad y
contribuyen a la salud del pájaro. Si
hay un desequilibrio en esta microflora, el pájaro se defenderá peor contra los
agentes patógenos. La introducción de un probiótico con los alimentos,
modificará las interacciones naturales de la microflora del aparato digestivo.
El efecto observado consiste en un mejor funcionamiento del aparato digestivo,
cuyo efecto es el de ser un bio-regulador de la flora intestinal y así se
aumentan las autodefensas y la capacidad nutricional.
Hay
varias clases de probióticos. Vamos a fijarnos en dos. La primera consiste en
una preparación basada en la vitaminoterapia a altas dosis. Esto conlleva una
acción antioxidante que está demostrado que es positiva para el pájaro,
aumentando las defensas naturales que ayudarán a combatir las agresiones
provocadas por las bacterias y virus patógenos. El pájaro no puede fabricar
todas las vitaminas y su aporte, a
través de los probióticos será positivo.
El
segundo tipo puede considerarse como un suplemento dietético que regulará la
flora intestinal. Es necesario saber que el tubo digestivo contiene millares de
gérmenes.
Naturalmente,
todos no son perjudiciales. Ellos son indispensables para el funcionamiento
normal del organismo. Sin flora
intestinal ningún animal puede sobrevivir. Ella juega el papel de barrera
contra los gérmenes perjudiciales (patógenos) destruyéndoles y participando igualmente a la digestión de
los alimentos y al funcionamiento del sistema inmunitario. Pero esta flora
intestinal tan valiosa es igualmente sensible.
En
efecto, los antibióticos administrados, a veces de manera inadecuada a nuestros
pájaros, atacan no solo a los gérmenes patógenos sino también a los buenos gérmenes provocando
un desequilibrio de la flora que origina a veces diarreas.
Este
segundo tipo de probióticos está constituido por microorganismos del tipo
“lacto bacillus acodophile y streptococus faecium” que se pueden administrar en
el agua de bebida o en la pasta y que modificarán positivamente la flora
intestinal.
El
primer tipo de probióticos basado en la vitaminoterapia es bueno para ciertas
clases de pájaros, pero atención a los canarios de color y a los coloreados,
pues hay riesgo de coloraciones no deseadas.
El
segundo tipo es evidentemente más interesante ya que ciertos fermentos lácticos
resistentes a los antibióticos favorecerán la curación de las
enfermedades. Además parecen
beneficiosos para el crecimiento y desarrollo de los jóvenes.
Se
asociará al tratamiento antibiótico un probiótico. Este protegerá el tubo
digestivo y compensará la flora intestinal alterada por el antibiótico, previniendo así la aparición de una diarrea.
El
probiótico se dará después del tratamiento con el antibiótico, a fin de no de
que éste último no interfiera con los beneficios del probiótico. Es lógico que si se administra un antibiótico
simultáneamente a un probiótico, este no serviría de nada.
¿Podríamos
llegar a pasar un día de los antibióticos?
Todos
los trabajos efectuados sobre los probióticos han aportado informaciones útiles
sobre su funcionamiento, pero queda mucho por descubrir. Solo un conocimiento
preciso del modo de acción de cada probiótico permitirá mejorar sus efectos. No
hay ninguna duda de que en los próximos años sabremos más sobre el uso adecuado
de estos productos, sobre todo porque las presiones para restringir el uso de
antibióticos son cada vez más fuertes. El antibiótico quedará, sin duda alguna,
para los casos más graves, pero su empleo será ciertamente mucho mejor reglamentado que en el momento
actual.
Los
probióticos actúan en el tracto gastrointestinal si todas las sustancias que generan alcanzan
una concentración suficiente. El sistema digestivo de nuestras aves se
interrumpe rápidamente. Es necesario saber que la menor situación de stress
puede provocar enseguida una reducción del aporte sanguíneo al intestino, una
reducción de la flora intestinal que aumenta el riesgo de infecciones debidas a
bacterias nocivas (la causa de que algunos ejemplares comprados en perfecto
estado de salud y que mueren enseguida en casa del comprador suele ser ésta).
Mantener en el intestino un buen nivel de bacterias digestivas benéficas permite al pájaro controlar la proliferación
de estas bacterias nocivas.
En
cuanto a los polluelos, el probiótico estimula rápidamente el funcionamiento
del sistema digestivo asegurando un crecimiento rápido así como una mayor resistencia a las enfermedades digestivas
peligrosas.
¿Pero
a qué dosis se deben administrar? El problema se encuentra ahí. Tengamos
confianza en las indicaciones y dosis que nos dan los especialistas que
comercializan estos productos y
valoremos los resultados. Numerosos
probióticos están disponibles en la actualidad. Grandes firmas como Chemivit,
The Birdcare Company, Orlux, etc. los comercializan.
¿De
qué forma se administran los probióticos?
Se pueden dar en el agua de bebida o
en la pasta.
¿Cuándo
utilizarlos? Se recomienda utilizar los probióticos en caso de problemas
intestinales y en todos los casos de diarrea. También se pueden utilizar de
modo preventivo. Se deben utilizar después de un tratamiento con antibióticos.
Es igualmente recomendable su utilización en situaciones inhabituales: transporte
a los concursos, estancia en exposiciones,
etc.
Pienso
que el empleo de estos productos permitirá, en años venideros, reducir el
empleo de antibióticos, lo que es una buena cosa. Es mejor empezar a actuar
antes de que sea demasiado tarde.