LA LONGITUD
La longitud de cualquier ave se mide
desde la punta del pico a la punta de la cola cuando el cuerpo, cuello y cola
están en línea recta.
En el canario la longitud real es la suma
de la longitud del esqueleto y de la cola. La longitud del esqueleto depende
del espesor de las vértebras. La longitud de la cola depende de la intensidad y
de la duración de la actividad de los folículos de las plumas timoneras. Después de la primera muda la longitud de un
canario puede aumentar más de un centímetro porque la cola se haya incrementado
en tal valor.
Hemos dicho la longitud real porque
existe una longitud aparente que depende de 3 factores: mayor o menor extensión
del cuello, posición y cantidad de plumaje (un ejemplar estrecho con pobreza de
plumaje parece más largo).
La longitud del canario es un carácter
genético puramente cuantitativo y cuyo estudio presenta mucho interés. (Un
carácter genético cuantitativo, es aquel en el que intervienen varios genes y
cuyo resultado final depende de la interacción de todos esos genes entre sí y
con el ambiente. Un carácter genético cuantitativo solo puede ser evaluado
estadísticamente con un número grande de ejemplares relacionados entre sí).
Todos los criadores de las razas en las
que la longitud es una característica importante saben que del cruce de dos
animales de pequeña longitud nacen muchas veces ejemplares más grandes que los
padres y que de ejemplares de máxima longitud nacen algunos ejemplares más
pequeños que los progenitores.
Vamos a analizar un ejemplo sencillo.
Supongamos que cruzamos dos Lancashire, uno de 24 cm de largo y otro de 20 cm.
Supongamos que ambos son homocigotos para todos los factores que inciden en la
longitud y que de estos factores ninguno es dominante. Para hacer más claro el
ejemplo vamos a considerar que la longitud solo depende de dos pares de genes
Aa y Bb. Supongamos que A y B inciden de igual manera sobre la longitud, por
ejemplo hacen que aumente 1 cm por encima de los 20cm, y supongamos que a y b
no influyen nada en el aumento de la longitud por encima de 20 cm
Veamos el resultado del cruce de ambos
ejemplares:
AABB (24 cm) X aabb (20 cm)
todos
los hijos son AaBb (22 cm) pues tienen un cm sobre 20 porque tiene A y otro
porque tiene B
Cruzando
dos hijos entre sí el resultado será:
AaBb
X AaBb
Genotipo
|
Fenotipo en cm
|
Genotipo
|
Fenotipo en cm
|
Genotipo
|
Fenotipo en cm
|
Genotipo
|
Fenotipo en cm
|
AABB
|
24
|
AaBB
|
23
|
aABB
|
23
|
aaBB
|
22
|
AABb
|
23
|
AaBb
|
22
|
aABb
|
22
|
aaBb
|
21
|
AAbB
|
23
|
AabB
|
22
|
aAbB
|
21
|
aabB
|
21
|
AAbb
|
22
|
Aabb
|
21
|
aAbb
|
21
|
aabb
|
20
|
También podemos hacer otras
consideraciones:
1 – Los ejemplares de máxima longitud
(AABB) solo transmiten caracteres positivos.
2- Los ejemplares de mínima longitud
(aabb) solo transmiten caracteres negativos.
3 – Todos los demás ejemplares pueden
transmitir mayor cantidad de caracteres
positivos (AB) cuanto mayor sea la longitud del ejemplar.
El aficionado puede hacer por su cuenta
las diferentes combinaciones posibles partiendo de otros genotipos y
constatar fácilmente que aumentando la incidencia de los factores positivos va
desapareciendo la longitud más corta. Por lo tanto en el cruce de AABb x AaBb
desparece la longitud de 20 cm; en los hijos de AABB x AaBb desaparece la de 21
cm etc. mientras que vamos aumentando
paralelamente el porcentaje de ejemplares de mayor longitud.
Proceder
de esta manera significa seleccionar.
Habíamos
dicho que los ejemplos anteriores quieren ser sobre todo hipótesis
interpretativas; por lo que se pueden hacer tantas objeciones como suposiciones
que las sostengan. Pero hay una objeción que se debe considerar y que no veo
razón para excluir, y es la de considerar que alguno de los caracteres que
influyen en la longitud (nosotros solo habíamos supuesto dos pero son muchos
más) actúen según la ley mendeliana de la dominancia. No hay que olvidar que un
carácter dominante puede ser positivo, pero también puede ser negativo.
Si
la dominancia es de carácter positivo (largo), o de carácter negativo (corto)
tendremos los dos casos siguientes:
En
el supuesto de que los caracteres positivos A y B sean dominantes los
resultados serían
AaBb (24 cm) X AaBb (24 cm)
Genotipo
|
Fenotipo en cm
|
Genotipo
|
Fenotipo en cm
|
Genotipo
|
Fenotipo en cm
|
Genotipo
|
Fenotipo en cm
|
AABB
|
24
|
AaBB
|
24
|
aABB
|
24
|
aaBB
|
22
|
AABb
|
24
|
AaBb
|
24
|
aABb
|
24
|
aaBb
|
22
|
AAbB
|
24
|
AabB
|
24
|
aAbB
|
24
|
aabB
|
22
|
AAbb
|
22
|
Aabb
|
22
|
aAbb
|
22
|
aabb
|
20
|
AaBb (20 cm) X AaBb (20 cm)
Genotipo
|
Fenotipo en cm
|
Genotipo
|
Fenotipo en cm
|
Genotipo
|
Fenotipo en cm
|
Genotipo
|
Fenotipo en cm
|
AABB
|
24
|
AaBB
|
22
|
aABB
|
22
|
aaBB
|
22
|
AABb
|
22
|
AaBb
|
20
|
aABb
|
20
|
aaBb
|
20
|
AAbB
|
22
|
AabB
|
20
|
aAbB
|
20
|
aabB
|
20
|
AAbb
|
22
|
Aabb
|
20
|
aAbb
|
20
|
aabb
|
20
|
Estos
varios ejemplos son muy significativos porque están más próximos a la realidad
y son más idóneos para explicar por qué de dos ejemplares de máxima longitud
pueden nacer hijos más pequeños que sus progenitores, y viceversa en el caso de
una pareja de poca longitud. Podemos anticipar que el desconocimiento de lo que
ocurre realmente en cada caso es total, y ello es debido a que estamos en
presencia de poligenes con dominancia.
La
Genética nos dice que en los casos de herencia cuantitativa de este tipo no es
posible individualizar los factores que tienen dominancia, como tampoco es
posible saber el número de genes que están implicados, pero lo que importa es
saber que el fenómeno se lleva a cabo según las reglas de transmisión genética
que hemos descrito.
En
la práctica podemos decir que un canario tiene la máxima longitud cuando han
concurrido sobre él la mayor parte (o la totalidad) de los factores genéticos
cuantitativos positivos que la controlan, con dominancia o sin ella, y cuando
por otro lado han concurrido la máxima parte de los factores ambientales
favorables: alimentación, estado de salud, muda bien hecha, etc.
Cruzando
entre sí dos ejemplares de tales características, se tienen muchas
probabilidades que obtener hijos de una longitud similar, pero también saldrá
un cierto número de hijos de longitud inadecuada; lo cual es la norma para
todas las razas que tienen caracteres muy lejanos de los de la especie salvaje
originaria.
Si
un carácter positivo para la longitud es recesivo, no produce efecto sobre el
ejemplar heterocigótico que lo porta y por ello, el ejemplar no tendrá una
longitud mayor. Pero si este ejemplar se cruza con otro que se encuentra en la
misma condición genética, se tendrá la grata sorpresa de ver nacer hijos más grandes que los
progenitores. Aunque para el observador experto la sorpresa es ciertamente
grata, pero no imprevista, porque sabe que los progenitores provienen de una
estirpe largamente seleccionada que está llena de alelos recesivos positivos, los cuales, antes o después, en
homocigosis, darán los hijos esperados. Esto explica por qué tales criadores
tienen cada año más ejemplares de máxima longitud.
Cuando
un carácter es cuantitativo, la selección atenta y continua en consanguinidad
más o menos estrecha es el único medio para trasmitirlo a las sucesivas
generaciones.